Arreglo entre una pareja daimonions y el dragón del Stonehenge (27/10/2015)

El día de hoy hubo dos hechos importantes:


Mi daimonion Andy pudo hacer las pases con una daimonion (de las cuales sus causas no mencionaré) pero he visto a lo largo de su charla de la cuál no pude escuchar en la mente, he leído sus sentimientos, ese sentimiento mutuo que empezó a florecer por la otra daimonion (de quién no mencionaré su nombre por el momento), ¿un sentimiento de amor quizás?
Sé que algo bueno va a pasar a mi conejo blanco, ¡de eso estoy segurísima! Aún mi Andy no ha vuelto y lo sigo esperando. Miro el reloj... tic tac, tic tac... ¿Cuando volverás conejito enamorado?

Pero desde mi lado estuve haciendo un trabajo práctico y además pasandola bien con mi novio. Mi novio propone volar, en forma energética usando nuestras formas de dragón, al mítico Stonehenge para pasar un rato ahí. Llegamos: oscuridad pura y sin ninguna luz. ¿En dónde nos habíamos metido realmente? Por un segundo me pareció nieve superponiéndose en mi visión energética pero me dí cuenta era por mi preocupación por un amigo que estaba en medio de una montaña llena de nieve. La visión paró y me enfoqué en el círculos de dólmenes y menhires. Intento crear una luz con mi mente para iluminar el monumento y lo logré llegando a parecer que era de día pero la fría oscuridad casi eterna vuelve a nosotros. Miro al cielo buscando alguna señal, mi novio me sigue con la mirada hasta que alcanzamos a ver una silueta, un dragón de verdad, un dragón verde, volando en el cielo lleno de negrura de color tinta.
Le grito al dragón del cielo que anda pasando aquí y él nos responde muy mala gana, aterrizando, que no deberíamos estar aquí. Mi novio le convence a él que somos dragones pero el señor dice que mi novio si es un dragón pero resulto ser humana, una humana con varios kines, mis 5 kines. Por un segundo me sentó mal su respuesta pero al tiempo entendí la razón: andaba tomando prestada la forma de mi kin dragona Cassandra y no sabía si tenía forma de dragón propia.
Este dragón cuidador que resultaba ser un anciano de escamas verdes y duras, ojos avellana que resaltaban su figura y tamaño un poco más grande que nuestras formas dragoniles, quería proteger el Stonehenge de su destrucción y deterioro por parte de las manos humanas, de la mano del hombre.
Este dragón nos afirma, siendo sincero, que no sabe mucho de humanos y que existen dragones que estudian a los humanos así como nosotros estudiamos a los animales (¿Antropología? ¿Estudios muggles?).
Hablando con él trato de responder lo mejor posible como somos los humanos y con mi punto de vista, y hasta le pregunte si le suena el nombre de mi kin Cassandra y le comenté su apariencia, al cuál nos contesta que le suena pero no sabe quién es realmente porque su memoria de reconocimiento de dragones estaba llena de dragones rojos, siendo imposible para él responder mi pregunta.
Este anciano le habla a mi novio sobre la capacidad de los dragones y el mundo de donde provienen ellos que hasta tienen su propio idioma, muy diferente al humano, y también sobre dragones caídos en cuerpos humanos.
Mi novio se cansa de traducir y me deja sola con el dragón anciano. Trato de hablar con él como puedo porque me cuesta hablar mentalmente con alguien nuevo, por más que dijo que confía en mi.
Me despido del dragón, reflexiono lo que pasó, enciendo mi computadora y así escribo esta entrada del blog-diario.

Bachik!
Emi & Andy.