sábado, 28 de mayo de 2011

Emilia. Capítulo 2: Primer día de clases

Emilia
Capítulo 2: Primer día de clases

Kadick, Sceaux, Francia

Fui entrando al patio y vi como los chicos conversaban en sus distintos rincones. Pasé por los bancos que daban al bosque y vi un grupo muy particular que me llamó de algún modo u otro sentí que los conocía.
“Siento haberlos visto de algún lado” pensé.
Miré a ellos, eran 5: 2 rubios, uno de pelo engomado con una mancha violeta vestido todo de violeta y el otro con peinado común y corriente y tenía gafas vestido de un suéter rojo bordo y pantalones marrones; un morocho muy lindo vestido de verde-marrón y que presentía que ya estaba con alguien; una chica alta china o japonesa de un lindo pelo corto y negro vestida toda de negro y la que más me llamó la atención era aquella chica vestida de rosa con un característico pelo de color rosa y de increíbles ojos verde esmeralda que sentí de cierto modo identificada.
Me paré un segundo para no olvidarme sus caras que me parecían tan familiares y me puse rumbo a la oficina del director.
Hablé con el director e hice todo lo que me había dicho mamá a la que ahora comienzo a extrañar. Pensando en los ojos esmeralda de la chica de rosa y en el color violeta del chico engomado me hicieron recordar a mis dos hermanas Violeta y Esmeralda que las extraño con gran fuerza.
El director me comentó que tenía una hija a la que llamaban Sissi y le comenté que tenía hermanas. El director me dijo que vaya a almorzar.
Salí de la oficina, era la hora del almuerzo y me fui rumbo a la cafetería.
Recién entré todos los chicos comenzaron a mirarme, me saqué los anteojos y los guardé y me fui a la “barra” a servirme la comida. Me agarre un puré y 2 albóndigas que me hacía recordar a lo que servían las hermanas en el anterior colegio, cuando estaba en la primaria el día en que iba a campo de deportes. Tenía ganas de ruborizarme pero aguanté y disimulé como si nada.
Me senté sola a dos metros de la chica de pelo rosa.
"Me siento muy sola debería estar con alguien" pensé "Espero que tenga compañera de cuarto"
"Deberías ir con ellos y hacerte amigos" me djo Andy pensando.
Terminé de comer y sonó el timbre. Mi primera hora de clase... en la tarde.
Me fui de la cafetería delante del grupo y cuándo llegamos a los pasillos y vi como la alta se separaba e iba a rumbo a su clase. Yo seguí al resto.
Llegamos a la clase, era de Ciencias
Una profesora alta con pelo gris me presentó y me senté con la de pelo rosa.
- Hola soy Aelita - me dijo mi compañera de banco.
Me quedé sorprendida. Ese nombre ruso me parecía familiar, no era por la del mismo nombre sino de algo más... sentía que era de algo que veía cuando era pequeña entonces me acodé.
Era Aelita Schaeffer de Code Lyoko. Me desperté por segundo y me dirigí a ella.
- Mi nombre es Emilia - le dije - si querés lámame Emi. -
- De dónde eres - me dijo Aelita.
Suerte que sabía algo de francés.
- Buenos Aires, Argentina - le dije - vengo de América del Sur.
- Yo soy de Canadá - me dijo
Era mentira, ya me sabía todo por esa serie. Ella era de aquí solo que con documentación falsa.
La profesora nos dijo que paremos de hablar y nos concentremos en la clase. De ahí me acordé de mis antiguos compañeros, tan habladores.
Pasaron las clases y me dirigí a mi nueva habitación. Aelita me seguía. Abrimos la habitación y ví que era compartida.
- Parece que somos compañeras de cuarto ¿no? - le dije.
- Cierto... - me dijo Aelita -¿te ayudo?
- dale - le dije y nos pusimos a ordenar un poco el cuarto.
Ni bien terminamos, alguien tocó la puerta.
Era uno de los chicos rubios, el de anteojos.
- Hola Aelita... - dijo el chico - ¿y ella?
- Es mi compañera de cuarto, Emilia - le dijo Aelita y me dirigio una mirada a mí y lo saludé - Él es Jeremie.
- Encantada de conocerte - le dije y le estreché la mano.
- ¿Y dónde es ella? - dijo Jeremie
- De Argentina - dijo Aelita - ¿Vamos al cuarto de Ulrich y Odd? Así podés conocerlos.
Entonces fuimos al cuarto de los chicos y vi un raro perro.
- Escondete Kiwi... - dijo uno de los chicos, era el rubio con la mancha violeta - Ah Aelita, Jeremie y ... ¿Quién es esta linda chica?
Me sonrojé.
- Ella es Emilia... acabó de llegar hoy - dijo Aelita - vine de Argentina.
- Hola soy Odd, el perro se llama Kiwi - dijo el chico de la mancha violeta - y él es mi mejor amigo Ulrich - señalando al de pelo castaño.
- ¿Tu erás la que nos estaba mirando antes de comer? - me dijo Ulrich y asentí.
Entonces llegó una chica alta de pelo negro y corto de ojos rasgados. Era la chica que se separó del grupo cuando iban a clase.
- Ah, ella es Yumi mi... - dijo Ulrich y Yumi le dirigió una mirada. Me dí cuenta de qué era - ...amiga.
- Ah hola - le dije - ¿Sos china o japonesa?
- japonesa - Soy dijo Yumi.
En ese momento llego otra chica de un pelo negro con unas lindas pinzas en forma de corazón.
- Hola Ulrich – dijo esa chica – ¿quieres…
- Ahora no Sissi – dijo Ulrich.
Era la hija del director, ya lo había adivinado.
- ¿Quién es ella? – dijo Sissi
- Ella es Emilia – dijo Ulrich – Y nos dejas en paz.
- Ah, ok – dijo Sissi y – Fui a la oficina de mi padre y me comentó sobre ti y de tus hermanas.
Me ruboricé y ella se fue. Entonces entraron dos chiquitas con cámara y todo.
- Hola Soy Tamilla y ella es Millie - dijo una de las chicas – ¿Te podemos hacer unas preguntas?
Acepté encantada y me fui con ellas.
Me hicieron las preguntas y me sacaron una foto.
Tardamos como una hora y me fui a la cafetería a comer.
Llegué y me senté con el grupo. Faltaba Yumi.
- ¿Dónde está Yumi? – pregunté a los chicos
- En su casa comiendo – me contestó Aelita – Ella no duerme aquí
- ¿Cómo te fue en la entrevista – me preguntó Odd para cambiar de tema.
- Me fue bien – le contesté – creo que voy a salir en primera plana.
Andy ronroneaba a mi lado. Suerte que nadie lo veía. Quería acariciarlo pero no quería levantar sospechas.
Terminamos de comer. Aelita, Andy y yo nos fuimos a la habitación.
Comenzamos a conversar de lo que pasó en el día. Ni bien terminamos comenzamos a hacer la tarea.
Comencé a escribir pero me detuve, continué y me detuve otra vez.
Comenzó a dolerme la cabeza y los ojos. Todo comenzó a ponerse borroso
La habitación comenzó a cambiar.
Ahora estaba en una colina y a metros míos había una torre alta de color azul zafiro con rayas rojas rubí. El suelo comenzó a temblar y vi surgir una enorme criatura delante de mis ojos a un metro mío.
Medía como 3 metros. Era de color marrón como la tierra. Tenía una cabeza de lagarto con unos bellos ojos violetas y cuerpo humano. Vi unas grandes pinzas rojas y varios hilos que daban la sensación de qué tenía mil brazos. Rugió y vi que tenía cuatro lenguas de color rosa oscuro con un toque violeta.
Andy estaba a mi lado, asustado, y no me dirigió palabra.
Sentí que corría a gran velocidad hacia la criatura y salté. Rodee su cuello con mis brazos quería estrangularlo pero ni caso. Abrió su boca y dejó salir sus lenguas pero no llegaban a mí. Y salté sentí un cosquilleo en mi espalda, unas alas blancas salieron, y comencé a volar muy alto, bajé en picado y le di un gran golpe que lo mandó muy lejos.
Baje a pisar tierra lentamente y mis alas se escondieron en su lugar, desapareciéndose y comencé a ver borroso otra vez.
Ya estaba en mi habitación de nuevo. Vi la cara de Aelita, estaba muy preocupada.
- ¿Qué te pasó? – me preguntó Aelita muy preocupada
- Tuve una visión – le contesté – Nunca he tenido una visión como esa.
Le conté todo.
- ¿Puedes hacer eso? – me preguntó Aelita
- No, para nada – mentí, yo sabía hacer esas cosas pero preferí contarle toda la verdad en el momento adecuado.
- ¿Y quién ese lince que mencionaste? – preguntó Aelita
- Es mi… - le dije me quedé sin palabras no sabía que contestarle, tragué saliva – es… no sé apareció junto a mí – mentí. Para mí era la única manera de pasar desapercibida.
- Bueno ¿continuamos? – me preguntó
Asentí
No hubo ni una interrupción y lo hicimos tranquilas como si nada.
Terminamos y me fui a dormir.
Soñé con la visión que se repetía continuamente y cada vez de forma más intensa e inesperada. Harta de ello me desperté. Eran las 5 de la mañana y me fui al baño a darme una ducha para poder dispersarme.
- Emi, qué piensas de esa visión – me dijo Andy que estaba fuera de la ducha a mis espaldas
- Ni idea – le contesté – ¿Vos viste la visión o algo?
- No – me contestó Andy – cuando comentabas eso a Aelita sentí que estaba en tu lugar, me imaginé todo – se frotó sus ojos con sus patas por el sueño.
Terminé de ducharme y me fui a mi habitación y me dormí tranquila. Esa visión no me vino en ningún momento de la noche.

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