domingo, 31 de julio de 2011

Emilia. Capítulo 8: El laberinto


Emilia
Capítulo 8: El Laberinto
Laberinto, Fuerte, Norte de Francia.
Ya estábamos todos en el laberinto. Andy se transformó en una extraña lagartija azul-verdoso que me gustó y desee que fuera su forma definitiva a pesar de que él pueda aún transformarse en otros animales. Se subió a mi hombro, no pesaba nada ya que era del tamaño de un cachorro.
Había 3 caminos. Aelita, Andy, Silver y yo fuimos al de la izquierda. Lucio y Pandora al del medio. Renesmee y la manada quileute al de la derecha.
Doblamos a la derecha y pasamos 3 pasillos que no hicimos caso omiso.
Escuchamos un ruido. Aelita estaba temblando de miedo y se sujetó a mí como una niña pequeña. Andy se quedó mirándola muy curioso a mi amiga de pelo rosa mientras comenzábamos a avanzar.
Doblamos otra vez. Un ruido se comenzó a escuchar, era muy intenso como el de una clásica película de terror.
No había nada, el ruido seguía. Avanzamos un poco y vimos una extraña sombra de un extraño pájaro pasando de largo en el cielo.
Seguimos avanzando, el pasillo parecía interminable. Una sombra negra de un Kabutops surgió de la nada pasando al lado nuestro.
Decidimos seguir a la sombra. La criatura caminaba muy rápido y yo corría a gran velocidad a la misma que el pokémon sombra.
Un temblor sacudió la sala nos dimos vuelta y unas gran estampida de agua estaba viniendo a nosotros de un corredor.
Cubrí a Aelita y Andy se convirtió  en una tortuga marina y nos subimos a él. Silver se metió en mi collar.
Aelita abrió los ojos, no le afectó el agua. Entonces nos dimos cuenta que el agua era irreal. Miramos a donde nos dirigía la gran corriente, la sombra había desaparecido
Aelita miró hacia abajo y mostró una cara de impresionada.
- ¿Estamos flotando? – preguntó mi amiga y asentí mintiéndole
Ahí me di cuenta realmente de que Aelita no veía a Andy en su forma de tortuga marina.
El agua comenzó a desaparecer, Andy se apartó de nosotras y dimos un aterrizaje brusco al piso. Nadie salió lastimado.
Andy se convirtió de vuelta en esa lagartija y se subió a mi hombro de nuevo mientras que Silver salió de mi collar posándose detrás de los tres.
Miramos hacia delante. Un gran portón gigante estaba delante de nuestros ojos.
Por fin llegamos, había un gran fuerte de 20 metros de altura con una gran puerta de 4 metros. Miré hacia una ventana que había ahí. Había un extraño mono observándonos a los cuatro y al ver nuestra presencia se fue.
- Apártense – gritó Silver, nos apartamos y lanzó una bocanada de fuego hacia la puerta.
Fundió un poco la puerta pero no lo suficiente para derretirla.
Decidí usar mi fuerza a ver si podía abrir la puerta con mis garras, ni caso y finalmente sin pensar comencé a golpear la puerta de hierro con mis manos que rápidamente la puerta comenzó a deformarse.
Lo hice tantas veces sin darme cuenta de que estaba siendo observada aunque esa presencia lo sentía.
Fuerte, Norte de Francia.
Al ver a esas niñas y al gran dragón plateado sentí que estábamos siendo invadidos y fui corriendo a la sala de control. Al entrar a la sala fingí ser un mono común y corriente y  agarré a mi amigo humano Nicolás como lo harían los monos de un zoológico con su cuidador.
Mi amigo Nicolás aparentaba ser un humano de 30 años rubio y con un bigote. Pero él no es así. Nicolás es solo un niño de 15 años muy inteligente y seguro más que los suyos con una máscara que le permite aparentar lo que él quisiera puesta.
Lo llevé a un pasillo lejos del lugar. Yo era un mono único, podía hablar y era muy inteligente.
- ¡Nico, Nico! Hay tres chicas y un dragón tratando de entrar – grité a mi amigo
- Ya lo sé Benthor, lo vi por las cámaras – respondió mi amigo con su falsa voz grave – Me da la sensación que una de ellas es la niña del fuego, me parece que es la morocha. La que golpea la puerta –
- Si seguro Nico – le dije – porque tú tienes la misma fuerza que esa chica de tu edad pero la pelo rosa… ¿será la hija de la señora que rescatamos de los hombres de negro?
- Si es posible – me respondió – Me parece que esa señora es anodita y la pequeña también aunque ella no lo sepa –
- Eso no lo creo aunque sería raro – le dije – ¿por qué crees que Anthea sea anodita? Es re-ridículo –
- ¿A veces te has preguntado por qué no envejeció ni murió? Esa es la única manera – me respondió
- Pero puede ser que sea de los nuestros aunque lo dudo – le comenté
Pero la sirena comenzó a sonar: ya entraron.
Fuerte, Norte de Francia.
Por fin entramos a buscar a Anthea. Me transformé de vuelta en loba y Aelita se subió a mí de nuevo. Silver cambió de tamaño y se subió con Aelita.
Comenzamos a correr. No había nadie que se interponga en nuestro camino. Doblamos y un gran murciélago cubierto de fuego se abalanzó hacia nosotros y comenzó a escupir bocanadas de fuego.
Corrimos hacia una gran habitación circular, el murciélago dejo de seguirnos y voló hacia el techo que estaba enrejado y comenzó a tratar de abrir el techo. La puerta por dónde entramos se cerró.
La habitación era blanca, en el centro estaba Anthea, la madre de Aelita atada a una silla de madera sujeta al suelo.
Mi amiga de pelo rosa se bajó de mi lomo comenzó a correr hacia su mamá felizmente pero antes de junto a ella una descarga eléctrica de color magenta noqueó a Aelita.
Grité de la impresión. Aelita se desmayó.
Unas puertas de las paredes se abrieron y varias criaturas saltaron de ellas dispuestas a atacarnos.
Ya estaban todas las cosas en el suelo pero no se movieron.
Tenía unas grandes ganas de que Lucio y Pandora estuvieran aquí para ayudarnos. Y Renesmee y su manada. ¿En qué se habrán metido?
Antes de que los monstruos dieran su primer movimiento, Anthea levantó la cabeza y sus ojos brillaban de color magenta como la descarga que noqueó a mi amiga.
Un gran rayo magenta surgió de la nada y al toque todas las cosas estaban destruidas. Aelita se despertó. Los ojos de Anthea estaban normales.
Aelita giró para ver a su madre. Parecía que Anthea era una versión de Aelita adulta, eran iguales en todo menos en el peinado y la altura. Veía en Aelita una cara de felicidad. Veía a una madre y su hija juntas después de tanto tiempo.
Aelita se acercó y abrazó a su madre y desató las sogas que la tenían atada.
Una gran explosión estalló. Era momento de irnos, de volver a casa…
… una luz blanca comenzó a cubrirnos…
…Volvimos al pasado.
Kadick, Sceaux, Francia.
Estábamos de vuelta en el colegio. Estábamos en la cafetería. Estaba muerta de hambre, no comí en dos días.
Renesmee y los lobos no estaban con nosotros.
Terminamos de comer y Aelita, Lucio, Pandora (que se nos unió en el camino) y yo nos fuimos a la Ermita sin darnos cuenta de que los demás nos seguían.
Entramos en todas las habitaciones de la vieja casa.
Entramos a la habitación de Aelita.
Anthea estaba ahí tirada en el suelo con una nota extraña nota al lado de ella. Leímos la nota que decía lo siguiente:
Ustedes la necesitan más que yo, se la merecen.
Saludos.
N.”
Nos quedamos impresionados de esa nota. ¿Quién será el que mandó esto y nos devolvió a Anthea? ¿Será ese mono que vimos o alguien más? ¿Cómo aparecieron esos rayos magenta? ¿Por qué querían a Anthea? ¿Esto está relacionado con Aelita? ¿O conmigo y Andy?
Tenía tantas dudas en mi mente, que no sabía por dónde empezar.

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